En la Argentina, el inmigrante conservó su identidad de origen a través de actividades culturales y de las instituciones comunitarias de ayuda y protección. Italianos, armenios, judíos, gallegos y tantos otros consiguieron mantener así sus tradiciones y costumbres. La comunicación entre los diferentes grupos se estableció, primero, en función de sus relaciones de trabajo y/o de las coincidencias ideológicas y, más tarde, por sus hijos que se integraron naturalmente al país de adopción, sin por ello renunciar a sus raíces.
Los republicanos españoles encontraron, en la década de 1940, un ambiente propicio para el arte, la cultura y la ciencia. Si para España fue una sangría, para la Argentina su llegada fue benéfica: eran escritores, músicos, periodistas, poetas, traductores, fotógrafos, dibujantes y pintores, y también educadores, economistas, arquitectos, médicos y matemáticos… Aunque cada trayectoria fuera única, todos consiguieron destacarse dando una importante contribución para el ambiente cultural del país.
Algunos llegaron con sus familias, otros lo hicieron solos. Cafés, tertulias, estrenos, inauguraciones, banquetes, homenajes, aniversarios, fiestas tradicionales y, más tarde, entierros, los mantuvieron unidos. Las mujeres fueron una fuerza de cohesión importante al abrir sus casas a los amigos e integrarlos a sus vidas, creando familias ampliadas que se reconocen como tales hasta hoy.
Durante los primeros años de la década de 1940, los exiliados republicanos pensaban que al concluir la II Guerra Mundial los aliados no dejarían que Franco permaneciera en el poder y que el regreso era cuestión de tiempo. Desvanecida la ilusión y a pesar de la continuidad del régimen, algunos decidieron volver y otros quedaron aguardando la muerte de Franco.
Las fotos y dibujos encontrados en la casa de Gori y Mari Carmen muestran algunos momentos de la vida familiar y comunitaria de republicanos españoles en Buenos Aires. La narración de algunos de los momentos compartidos es parte de las Crónicas de una infancia republicana en Buenos Aires de Carmen Muñoz-Bernand y María Antonia Muñoz-Malajovich.
M.A.M.M.